Heridas del pasado
Estas heridas van a determinar cómo actuamos en el presente. Las heridas tiñen la visión de nuestra realidad, de tal forma, que reaccionamos para protegernos (consciente o inconscientemente) del dolor que esas heridas nos han causado y que no queremos volver a experimentar. No hay otra forma de liberar una herida que reconocer que existe, volver a sentir el daño que nos causó, realizar un duelo por la parálisis a la que nos sumió, y una vez digerida, disfrutar de un crecimiento y evolución personal.